Aunque tres de cada cuatro personas con artritis aseguran que sus dolores se agravan con la humedad y el frío, los científicos no lo habían podido comprobar hasta hace poco.
En un estudio realizado en el Reino Unido con 13000 personas afectadas por un dolor crónico originado por esta enfermedad.
A través de una aplicación, por un lado, los participantes incluian la aparición del dolor y el grado de éste cada día.
Y por otro, se añadía los datos meteorológicos del día.
Tras un seguimiento de 15 meses, las conclusiones demuestran que el tiempo húmedo y ventoso con baja presión atmosférica aumenta el 20% las posibilidades de experimentar más dolor articular en comparación con cualquier otro día.
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